Cuando salimos a bailar con nuestra pareja, una vez realizado correctamente el cabeceo tenemos que tener en cuenta ciertas consideraciones para que la experiencia sea enriquecedora y placentera para ambos participantes. Por esto se dice que el tango es cosa de dos. Aquí se van a explicar las conductas apropiadas para conseguir un buen entendimiento entre la pareja…
Las buenas prácticas del líder
Como ya sabrás el Tango se baila en pareja y por esto el abrazo tiene que ser cómodo y dinámico, nunca rígido y estático. Cada persona tiene un estilo de abrazo diferente y lo mejor es adaptarnos hasta que se sienta la conexión. No agarraremos a nuestra pareja de la cintura ya que la limitaremos en los movimientos y posiblemente hagamos que tenga dolor de espalda. Utilizaremos un abrazo en el lado cerrado colocando nuestra mano a una altura aproximada de la mitad e su espalda.
Lo fundamental cuando se ejerce de líder, es marcar correctamente los movimientos dando una intención clara y suave. Una vez ejecutada la marca hay que esperar a que el seguidor termine su movimiento y luego seguir con la dinámica del baile. Esto es muy importante ya que debemos darle tiempo para realizar los movimientos y adornos (si procede).
No utilices la fuerza y mantén tu eje
Como líderes no debemos utilizar nunca la fuerza si no han entendido nuestra marca. Tampoco utilizaremos los brazos para dirigir el movimiento. Esto debe producirse siempre desde el torso. Si repetimos una determinada marca y nuestra pareja no nos entiende, es mejor no seguir insistiendo en esa misma marca e intentar otras. No es el momento de explicarle a la pareja lo que queremos hacer ya que cortaremos la dinámica y puede que no lo estamos haciendo correctamente. Si nuestra pareja no tiene suficiente nivel, simplemente intentaremos hacer cosas más sencillas.
Un punto muy importante es mantener nuestro eje en todo momento, ya sea realizando giros, volcadas, colgadas, etc… ya que somos nosotros los que marcamos esos movimientos. Si no guardamos correctamente nuestro eje y utilizamos adecuadamente el abrazo, podemos ocasionar desequilibrios, tropiezos y golpes con otras parejas.
Bailar con la música, o lo que es lo mismo «musicalidad». Esto es más importante de lo que a priori pueda parecer, y aunque para los principiantes es más complicado ya que se les «acumula el trabajo», en cuanto sea posible, el líder tiene que bailar al ritmo de la música y sentir los tiempos del tango que suena. Será mucho más placentero para los seguidores si damos los pasos en tiempo y contratiempo adecuados.
Las buenas prácticas del seguidor
El abrazo debe ser cómodo, evitando en todo momento colgarnos encima de nuestra pareja, como he dicho, cada parte de la pareja debe mantener su propio eje. Por esto, en los giros sobre todo, abriremos ligeramente el abrazo para que el espacio sea suficiente para realizarlos, recuperando el abrazo al terminar el movimiento.
Como seguidores, nuestro principal cometido es «escuchar» a nuestro líder y prestar atención a las marcas que nos propone. Siempre iremos unas décimas de segundo detrás de él y no intentaremos adivinar la intención y adelantarnos. Esperaremos a la marca, que debe ser clara y en ese momento realizaremos el movimiento.
Siempre tenemos que tener en cuenta que no se pueden introducir «adornos» continuamente en todas las situaciones ya que podríamos cortar la dinámica del baile al hacer esperar en exceso. Recuerda que el tango es en pareja. Hay momentos para introducir adornos sí, pero deben ser acordes con el momento y los niveles corporales que nos marca el líder, es decir, por ejemplo si intentamos hacer un gran planeo durante un giro rápido y estamos muy arriba, no funcionará y perderemos el eje, haciendo en consecuencia que lo pierda nuestra pareja.
Otra práctica que debemos evitar es realizar movimientos, o prolongarlos cuando el líder no lo ha marcado. Por ejemplo cuando el líder nos marca una serie de ochos atrás, tenemos que prestar atención a que nos marquen el fin de la secuencia y parar en ese momento para continuar el siguiente movimiento.
Seguir el ritmo de la música y sus tiempos al igual que el líder. Puede que al principio esto sea difícil pero con el tiempo es algo que aumentará nuestra habilidad y dotará de mas sentido a los movimientos ya que entrarán en los tiempos musicales.
Las buenas prácticas en pareja
Como hemos visto, el tango es cosa de dos y generalmente lo que ambos roles deben hacer es:
- Utilizar un abrazo cómodo y flexible.
- Mantener siempre nuestro propio eje.
- No adelantarnos a los movimientos «escuchar».
- No utilizar fuerza ni colgarnos de nuestra pareja.
- Ser pacientes y abiertos a propuestas de baile.
- Musicalidad. Bailar con la música «sentirla».
- Disfrutar, disfrutar y disfrutar.